FORMIGUEIRO

Arquitectura

2 may

En una parcela situada en Formigueiro, muy cerca de la ciudad de A Coruña, el equipo de Aestudio Arquitectura ha diseñado una vivienda pensada como una oda a la pureza. Compuesta por dos niveles que se elevan sobre la rasante del terreno, se plantea el inferior como un volumen pétreo, oscuro y pesado que soporta los dos cubos blancos y livianos de la planta superior, comunicados entre sí a través de una pasarela de cristal que permite que la luz inunde el interior durante el día y que el cielo estrellado pueda ser observado durante la noche.

La zona de día ocupa la planta baja, que se abre al jardín con orientación sureste, y que cuenta con un gran voladizo que conforma el porche y permite disfrutar del exterior tanto en los meses más fríos y lluviosos como en la época estival, aportando en los primeros un techo donde guarecerse y en verano una sombra donde descansar. En este nivel podemos disfrutar del salón-comedor, la cocina que se abre o cierra mediante una gran puerta de vidrio que se esconde en el tabique, y una habitación de invitados que goza de acceso privado al baño de uso común. En la doble altura de salón, una escalera con estructura metálica comunica los dos niveles, desembarcando en un suelo de cristal que lleva a uno de los volúmenes de la planta alta.

Una vez allí, nos esperan tres dormitorios; en uno de los volúmenes se sitúa el principal con vestidor, y en el otro dos para los más pequeños de la casa. El baño de la planta superior es de uso común.

Si hablamos del exterior, los arquitectos Adrián y Elena nos cuenta que: “las fachadas son de tipo ventilado y en ellas se ha empleado gres porcelánico de formato gigante. Se ha diseñado un sistema de colocación que evita el uso de albardillas de aluminio como remate de la fachada en cubiertas, lo que refuerza el concepto de volúmenes puros sin ningún elemento accesorio”. Cada detalle ha sido pensado y cuidado para llevar a cabo este ejercicio de pureza.